La depresión, es un problema de salud pública que ha ido en aumento en los últimos años y que se estima que el 4% de la población mundial padece, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Esta afección es la cuarta causa de discapacidad en todo el orbe, mientras que en México ocupa el primer lugar para las mujeres y el noveno para los hombres, además de que alrededor del 9.2% de los habitantes la han padecido, siendo prevalente en los jóvenes.
Síntomas
Si bien los signos más característicos de este trastorno son la sensación de infelicidad, estado anímico irritable y baja autoestima, algunos otros que pueden presentarse son:
- Insomnio.
- Hipersomnia.
- Fatiga.
- Cambios de apetito que pueden llevar al adelgazamiento o al sobrepeso.
- Falta de interés en las actividades que antes se disfrutaban, incluyendo el sexo.
- Pérdida de cabello.
Aunque existen algunos síntomas más, nos centraremos en este último y te diremos qué puedes hacer al respecto.
¿Por qué se cae el cabello con la depresión?
Aunado a otras condiciones de este estado anímico, como la falta de una buena alimentación y de actividad física, ambas necesarias para mantener la salud de todo el organismo –incluyendo la capilar—, lo que sucede es que el ritmo de crecimiento de los folículos pilosos se ve alterado.
El ciclo capilar se compone de tres fases, una de crecimiento (anágena), otra de transición (catágena) y otra de reposo (telógena), en donde, en primer lugar, el cabello está creciendo constantemente hasta cierto punto en que se detiene durante un periodo de 3 a 6 semanas para luego caerse en los próximos 2 o 3 meses.
Este proceso es normal y es como se renueva constantemente el cabello, sin embargo, cuando se está en depresión, lo que sucede es que el ciclo salta la etapa telógena y pasa directamente a la catágena, ocasionando pérdida abundante tanto de forma homogénea como difusa.
El estrés que se suscita en contextos como estos hace que el cuerpo libere corticoides, hormonas que promueven una estimulación glandular en el folículo que favorece la producción de más sebo que el habitual y que disminuya la oxigenación en su interior, provocando su debilitamiento y caída.
¿Qué puedo hacer?
Si sufres de depresión o conoces a alguien que esté pasando por esta situación, intenta no pensar en la caída de cabello para evitar caer en un círculo vicioso en donde el trastorno aumenta por la pena que ocasiona perder el cabello y éste siga cayendo por el mismo mal de fondo.
Por ello, lo mejor es buscar ayuda tanto con un psicólogo como con un experto en salud capilar, pues este último podrá ofrecer tratamientos de apoyo para que no continúe el debilitamiento del cabello que, en última instancia, será recuperado luego del periodo de depresión.
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