La tendencia de cejas más gruesas va en aumento, y es que este es uno de los rasgos más importantes que definen y cambian por completo la expresión del rostro: enmarcan la mirada, dan armonía a las facciones y pueden hacernos lucir más jóvenes.
Debido a la demanda de soluciones para tener unas cejas perfectas, han surgido muchas técnicas para perfilarlas, aumentar su densidad, rellenarlas y cubrir las zonas afectadas por técnicas de depilación que las debilitaron, las más conocidas son el delineado, tatuado e implante de cejas y a continuación te contaremos en qué se diferencian.
El tatuaje de cejas es una técnica permanente, que se realiza de forma similar a otras partes del cuerpo con agujas pequeñas que inyectan tinta en la dermis para evitar la necesidad de delinear la ceja con lápiz o sombra. Sin embargo, al ser para toda la vida, si el resultado no es satisfactorio, el tatuaje solo se podrá retirar con láser.
Ahora bien, una técnica menos invasiva, con resultados temporales y menor dolor al usarse agujas más pequeñas, es el microblading o micropigmentación, que dura de uno a tres años dependiendo del pigmento utilizado, la edad y tipo de piel. La tinta únicamente llega a una profundidad de 2 mm y va borrándose con el paso del tiempo, tomando un aspecto borroso, y que puede recuperarse con el delineado con lápiz o sombra.
Para tener un resultado satisfactorio, lo recomendable es optar por la técnica de micropigmentación pelo a pelo, que da una apariencia más natural, y permite llenar espacios o sombrar las áreas poco pobladas. Sin embargo, es indispensable acudir con expertos que utilicen pigmentos hipoalergénicos, que no ocasionen reacciones alérgicas y tengan una base de aceite (no de alcohol) para que su cuerpo las expulse.
Por su parte, el implante de cejas también es una solución definitiva, que consiste en la reconstrucción con folículos tomados de otra parte del cuerpo. Es decir, mientras el delineado, tatuaje o microblanding utilizan pigmentos para rellenar los espacios, con un trasplante se puede recuperar la apariencia natural de la ceja, puesto que es el mismo cabello del paciente, con su color y grosor.
Además, ya que la función de las cejas es proteger los ojos del sol, sudor, lluvia y otros contaminantes, un trasplante es lo más recomendado especialmente en los casos en que las cejas se cayeron por una enfermedad como la alopecia, o como consecuencia del tratamiento de una enfermedad como el cáncer.
Por otro lado, después de hacerte un microblanding o tatuaje de cejas pasarás por un proceso cicatricial, en el que la piel puede tardar mucho en recuperarse o, peor aún, desarrollar queloides si tienes la piel demasiado sensible. Este punto es muy importante porque las personas que realizan las técnicas cosméticas no tienen conocimientos médicos y, por ende, no saben cómo tratar la piel sensible.
En el caso del implante de cejas se requiere dermatólogos profesionales, que además realizan un diseño de cejas para que se adapte al rostro del paciente, y al ser folículos propios, el riesgo de alergias o complicaciones es nulo. Este procedimiento no es un delineado ni es apto para todas las personas, ya que es indispensable ser evaluado previamente por el profesional para determinar si eres apto para la intervención.
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