En los últimos años, dejarse la barba ha adquirido gran popularidad entre los adultos jóvenes ya que cada vez optan más por llevar este look tan presente en modelos, cantantes y actores en todo el mundo.

Por esta razón, es posible que hayas dejado de rasurarte para probar suerte con un look barbado. Aunque todos imaginamos lo mejor, en la mayoría de los casos, cuando la barba comienza a crecer los resultados no son los que soñábamos. Muchas veces la barba cubre parcialmente nuestro rostro y se ve parchado, con un poco de cabello por aquí y nada por allá.

Si quieres saber por qué pasa esto y cómo solucionarlo, este artículo es para ti.

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¿Por qué tengo “huecos” en la barba?

La respuesta a esto es sencilla: si tu barba es demasiado rala o apenas tienes vello en el rostro es por factores genéticos.

Descontando la falta de edad para el crecimiento de barba, que suele iniciar en la pubertad y terminar de desarrollarse incluso hasta después de los treinta, la carencia de vello facial responde, en primer lugar, al número y distribución de folículos pilosos en la cara, característica que está determinada por la carga genética y que es imposible de cambiar.

Aunado a ello, se encuentra la susceptibilidad del cuerpo a la testosterona, particularmente a un derivado de esta hormona llamado dihidrotestosterona (DHT), responsable de hacer surgir los atributos físicos propios del hombre, como la musculatura, el engrosamiento de la voz y la barba, aunque paradójicamente también hace al sujeto más proclive a la calvicie, sobre todo en la cabeza.

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Con esto, no se quiere decir que aquellos con más barba posean niveles más altos de esta sustancia que los que tienen menos o nada, sino que cuentan con una cantidad mayor de receptores de DHT en la parte inferior de la cara; la mala distribución de estos o su falta de desarrollo es la causa de los huecos.

¿Qué puedo hacer para mejorar el aspecto de mi barba?

Aunque esto dependerá de tus características propias, algunas medidas aplicables son:

  • Tener paciencia: teniendo en cuenta que el desarrollo del vello facial puede durar varios años y que no en todas las partes de la cara crece al mismo ritmo o con el mismo grosor y abundancia, lo más recomendable es que no te desesperes y dejes que crezca durante unos tres meses, tiempo suficiente para que la abundancia de pelo cubra zonas ralas o bien para notar que, en definitiva, debes contemplar otras opciones.
  • Come lo que necesitas: una dieta rica en vitaminas C, A, B y E, así como minerales como el zinc, promueven el fortalecimiento de los folículos capilares en general.
  • Duerme bien: la producción de testosterona se intensifica durante el sueño, por lo que descansar al menos 8 horas diarias previene que tengas “bajones” en la producción de esta hormona.
  • Haz ejercicio: las rutinas de resistencia promueven la producción de testosterona y evitan que acumules grasa de más, condición que además provoca mayores niveles de estrógeno, hormona que puede contrarrestar el efecto de la DHT.

Acude con un especialista: si ya probaste de todo y no ves resultados favorables, una solución es acudir a clínicas especializadas en trasplante de barba, procedimiento mínimamente invasivo que consiste en implantar folículos de tu propio cabello (de la parte posterior de la cabeza, generalmente) en tu barba y bigote.

Por último. recuerda que utilizar productos químicos, como el famoso minoxidil, sin una prescripción médica adecuada, puede representar un riesgo para tu salud.

En la Clínica Capilar DHI contamos con profesionales expertos en restauración de barba y bigote que pueden ayudarte a conseguir esa imagen varonil que quieres. Contáctanos y agenda una cita de valoración gratuita.

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